Cuautitlán Izcalli, Méx.- Nos
queda claro que el gobierno federal tiene la obligación de hacer más ligera la
vida de los mexicanos, pero ante su debilidad e incompetencia solo ha fomentado
crisis e incertidumbre, aunado a la prepotencia y soberbia de los partidos de
oposición que anhelan el poder por el poder y no para darle solución a la
problemática del país.
Ante la proximidad de las
elecciones debemos estar muy atentos a los movimientos de los adversarios, el
primero de julio México se juega su futuro, en tanto que los amorosos ya
hablan, con temeridad, no de que van a triunfar sino de que habrá fraude
electoral, y a eso hay que temerle. Hace 6 años sufrimos la rabieta de López
Obrador con movimientos que pusieron en jaque a la población.
Tal pareciera que si no se
cumplen sus caprichos los paganos son los mexicanos, no solo cerró Paseo de la
Reforma sino afectó la economía del país; no podríamos imaginarnos a un
político de esta estirpe dirigiendo los destinos de la nación. Por ello
exhortamos a los amorosos a actuar como verdaderos patriotas, que presenten
propuestas que le den certidumbre al país, como las que pregona Enrique Peña
Nieto por todo el territorio nacional. Los mexicanos ya no queremos otra
polarización como la del 2006. La ventaja del PRI es inobjetable, los
ciudadanos ya han marcado sus preferencias, pero no hay mejor encuesta como la
que se reflejará en las urnas electorales, y el domingo primero de julio la
voluntad popular llevará a Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República,
de eso a los priístas no nos queda la menor duda.
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