Por: Fernando Fernández López

El domingo seis de mayo se llevará a cabo el primer
debate entre los candidatos presidenciales. Hasta ahora, según todas las
encuestas, el priista Enrique Peña Nieto sigue de puntero con una holgada
ventaja en las preferencias electorales; la panista Josefina Vázquez Mota y el izquierdista
Andrés Manuel López Obrador forcejean por ubicarse en el segundo lugar,
mientras que el aliancista Gabriel Cuadri se encuentra en muy lejano cuarto
lugar de la competencia.
De ahí que estos días, previo al primero de los debates
organizado por el IFE, fueron cruciales y donde cada aspirante le bajó el ritmo
a sus actividades proselitistas para concentrarse en la estrategia a seguir y
en la preparación que deberán tener para el encuentro en vivo y a todo color,
de cara a la nación, para delinear y confrontar sus programas y proyectos de
gobierno.
Lo que sí se puede adelantar es que Peña Nieto seguirá
con la táctica de administrar su ventaja, sin
atacar y ni caer en el juego de las provocaciones; seguramente, sus
propuestas y mensajes irán enfocados con una gran dosis de mesura, pero sin que
ello signifique que no responda a los agravios de sus contrincantes. Se espera
que de salir bien librado de la confrontación, el político mexiquense tendrá el
camino más que libre en los próximos 50 días que le restan a la campaña
electoral.
Es por ello que el debate de la noche del domingo seis de
mayo será de vital importancia para los tres candidatos, no sólo para el
priista. En el mejor ánimo que le permita superar los rezagos y tropiezos
garrafales de su campaña, veremos a una Josefina desbocada e insistiendo en su
estrategia de cuestionar a Peña Nieto por incumplir los compromisos de campaña
durante su desempeño como gobernador. Será sin duda una oportunidad para que la
panista aporte pruebas de sus dichos, y que también el priista, con pruebas en
la mano, refute los infundios en su contra.
La situación de AMLO si es más que complicada, pues
además de su hablar lento y pausado, quizá el tiempo no le alcance para
disparar sus misiles tanto a Peña Nieto como a Vázquez Mota. Y además, hay que
esperar qué actitud tomará el tabasqueño durante el debate: si mantendrá su
discurso amoroso o regresará a su actitud rijosa que lo lleve a recuperar
posicionamiento en el electorado, como ya le insisten sus asesores y
simpatizantes.
Pero independientemente de lo que piense cada candidato,
los mexicanos tenemos una cita el seis de mayo, a la ocho de la noche, para escuchar
las propuestas de quienes quieren la delicada tarea de gobernarnos los próximos
seis años. Por eso es importante que veamos el debate presidencial, aunque esa
misma noche y a la misma hora haya futbol. Esto último a propósito de la intensa
discusión previo al debate presidencial, sobre si las dos principales
televisoras deben transmitir el encuentro de los candidatos en sus canales de
mayor rating y alcance nacional, y que una de ellas, (TV Azteca) de plano se
negó a transmitir el debate porque a la misma hora jugará el equipo de futbol
de su propiedad (Morelia) y, desde luego, difundirá el partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario